Probablemente sacar esto haya sido de las cosas más tristes y dificiles desde que tengo recuerdos en mi Blog. Hace un mes perdí a uno de mis dos gatos, a Cosmo aquel hermoso siamés sin hogar del que hable una vez y que adopte luego de haber sido atropellado a principios de 2014, murió de forma natural.

No quería escribirlo porque aún no sé como redactarlo sin llorar, o como compartir algo muy personal que para algunos puede ser una tontería pero para mi era grandeza, razón por la que no escribo esto para los demás, sino para mi misma. Amé a ese ser vivo como nunca antes, lo vi crecer, lo alimente en la boca cuando no quería comer, lo aseaba cuantas veces me fue necesario, lo acurrucaba conmigo en las noches y al que dedique esos tres años a darle mi amor y a recibirlo también de vuelta, puesto que llego un punto donde solo necesitaba dejar que él se acercara y me rozara con su pelaje para saber que me agradecía por los buenos momentos.

No creo que esa parte de mi que se apago cuando murió vuelva a regresar... pero a pesar de eso quise escribir esto porque quiero que si alguna persona siente o atraviesa por el mismo dolor de perder a su mascota sepa que puede contar conmigo. No importa si no nos conocemos, estaría allí para levantarte como me hubiese gustado que alguien lo hiciera conmigo.

Los buenos momentos no son eternos, me ha quedado claro por segunda vez, pero por otro lado solo el pasar del tiempo me ayudará a entender que no fue nada malo, porque morir es natural, incluso cuando se sigue estando vivo.

Espero en un futuro volver a vivir la hermosa experiencia de darle una vida digna a un ser vivo al que otros no pudieron tomar en cuenta. Si un día pierdes una parte de ti, yo estaré ahí para entenderte, olvídate de los otros, nadie entiende de experiencias no vividas.

Si llegara a existir otra vida, allí estará él esperándome...