Right place, wrong person.

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2Tazas de té

Conocí a alguien increíble hace un tiempo (muchísimo tiempo) atrás.
Me gustaba ese hijo de puta, en serio me gustaba muchísimo.
Me gustaba que existiera en el mismo plano que yo.
Me gustaba su perfume.
Me gustaba su ropa.
Me gustaba todo él.
Me gusta aún.
¿Me seguirá gustando?
¿Me lanzo por una ventana?

Es liberador cuando gritas que te gusta alguien, es como partir una silla de madera en la cabeza de alguien a quién odias, se siente así de bien. ¿Pero que pasa cuando acaba? ¿o quizás nunca empezó?. Si trasladamos ese mismo sentimiento de querer partir la silla de madera en la cabeza del que te gusta porque es una mezcla de "lo quiero, pero matar" entonces terminamos con este síndrome de locura post-crush. (Este termino nunca ha existido, es un invento de momento).


La parte conflictiva llega cuando empiezas a conocer nuevas personas, personas agradables, talentosas, con mucho por dar, y vas a sitios increíbles y conoces amigos de amigos aún más increíbles ¿pero qué pasa? que ninguno de ellos es el hijo de puta que te gusta.


Fin del comunicado.

P.D ¿Funcionara colocarle el mismo perfume a otras personas?
Quizás la solución siempre fue el perfume.


♥ Gracias por comentar

2 comentarios:

  1. Tiempo al tiempo, siempre acaba llegando otro que gusta mas, ese es el que hace olvidar aquel perfume. Un abrazo

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    1. Tus comentarios siempre, siempre, me hace feliz leerlos. Un abrazo, mi querida Ester.

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Jessie Ruiz. Con la tecnología de Blogger.